AGRADECIMIENTO
FINAL
Como
reflexión de fin de año una buena amiga escribió que su bebita había sido su
gran logro del 2012 pero que a su vez
era su gran reto para el 2013. Nada más cierto. Las madres de este año que
acaba lo sabemos muy bien. Y somos varias. Las he contado. Tener un bebé es
maravilloso pero exige un esfuerzo diario. Un trabajo a tiempo completo de 365
días.
Tengo
que dar gracias por este año que se acaba. Fue un año extraordinario. Se
cumplió, sin querer queriendo una de las máximas que he repetido desde muy joven:
“yo no voy a trabajar cuando salga embarazada”. Se cumplió sin proponérmelo y
me fue muy bien. No hubo plata para ir a la peluquería pero como odio que me
corten el pelo no me afecto en lo absoluto. Disfrute mi embarazo. Tuve tiempo
para relajarme por primera vez en mi vida y conectarme desde la barriguita con
mi bebita.
Ya lo
he mencionado antes pero no está de más volverlo a hacer. Este año me sentí la
mujer más querida del mundo. Me sentí acompañada todo el tiempo. Mis amigas y
amigos me rodearon de amor y de alegría en todo momento. Los presentes para
Alejandrita y para mí llegaron por montones. Nunca sentí más amor y más emoción
como en este 2012. Gracias otra vez.
En
enero todos hablaban del fin del mundo. Llegó el esperado día y nada paso. Pero
si realmente la profecía Maya se hubiera cumplido me habría encontrado feliz.
Satisfecha con mi profesión y mi matrimonio; enamorada de mi esposo y de mi
hijita; agradecida por todo lo que tengo, bendecida en todo sentido. Chau 2012,
todo salió bien. Hola 2013, estoy segura de que serás muy especial.